miércoles, 31 de diciembre de 2008

¡San Silvestre, Meigas fora!


Al sentir la magia, las mariposas y toda la tristeza que, ello me producía, dudé, todo en mí, fue duda. Ante tanta incertidumbre, “estar enamorada” era la única certeza.

Un solo hecho: nosotros, podríamos ser, la pareja perfecta; ¡pluscuamperfecta! Porque lo sé, porque nadie antes, ni alguien después, podrá entender nuestra hermosa locura.

También sé porque lo sé, que si no puede ser, no será. Pero permíteme dudar, al fin y al cabo, dudar, es mi obviedad.

De pronto un día, alguien, me propone que, te haga un amarre y, yo me rio, quizá, porque no creo. ¿Qué mayor hechizo para el amor que amar?

Si no puedes amarme, no me amarás. Si mi amor no te basta, si mi amor no me salva, si mi amor no te trae hasta mí, hasta mis alas y mis pies. No quiero: conjuros, ni hechizos, ni amarres, ni lazos, ni siquiera algún brebaje.

El único amarre deseable, nuestros brazos

El único lazo querible, nuestras manos

El único brebaje besable, nuestras bocas

El único conjuro amable, nuestra risa

Que puedo decirte, amor, que tú no sepas, que yo no desee. Compartir extraños pensamientos, con los que alimentamos, a nuestra mente inquieta. Y acompañar silencios, ellos conforman, el mejor desconxuro contra las meigas.


martes, 30 de diciembre de 2008

A Mors


Lo más fácil hubiera sido la verdad. Pero ¿y entonces la vida? No quería su compasión, ni sentir su lastima. Ahora, más que nunca, necesitaba sentirse viva, como aquella noche, como aquel día. Sentirse normal con sus miserias, sus lágrimas, sus risas y, a ratos de, esos algos, parecidos a la felicidad. Era tan sencillo, ser feliz, le bastaba con su compañía, su palabra, su silencio, su mirada. Contemplar serena cada gesto, saboreándolo todo. Compartir: una copa de vino, una lectura, mientras oían de fondo, sus canciones favoritas.
Intervenir de una misma realidad, equivale, a veces, a estar en planos diametralmente opuestos. Por eso sus prisas, sus ansias y sus ganas; combatían con él y, sus desganas, su vísteme despacio y sus mañana, mejor lo dejamos para mañana. Entonces ella reía con la más acogedora sonrisa. Pensaba ¿quién me asegura a mí el mañana? Sí, cierto, hubiese sido más fácil, más oportuno, contarle que: cada nuevo día, al despertar, daba gracias, tan solo, por seguir allí.
Pero, como explicarle: que todo ese miedo sentido por él, al compromiso, a compartir, a volver a amar y quizá incluso, a volver a fallar; no tenía ningún sentido (no con ella).
Distraído, como siempre, ni siquiera se había percatado de aquella sombra perenne, que impávida la acompaña, ni del frío, ni de la guadaña.

domingo, 28 de diciembre de 2008

Espacio pseudo-euclídeo


En este breve instante en que nuestras miradas
En ese breve instante en que nuestras manos
En aquel breve instante en que nuestras bocas
En este breve instante en que nuestros corazones
En ese breve instante en que nuestro dolor
En aquel breve instante en que nuestras almas
En este preciso, breve, eterno instante en que nuestras vidas se cruzaron.

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Paseíto


Navidad : Felicidades...

LUNA
DULCE

PIELROJA DINA EDUARDO MB-MALDINI

LA BRUJITA MOON-LIGHT MARLENE K LISANDRO

KLAUS

HÉCTOR

Gracias a todos, especialmente a Pielroja, de quien tomé prestada la idea.

viernes, 19 de diciembre de 2008

También en navidad

Yo como
Tú comes
El come
Nosotros comemos
Vosotros coméis
¡Ellos no!

"Gloria Fuertes"
(De Mujer de verso en pecho, Madrid: Cátedra, 1996).

jueves, 18 de diciembre de 2008

Cuando muera no te eches a llorar...

Sorprendido de su propio llanto, corrió hasta su espejo y la vio, ahí, en su pupila sentada. Ella, llorando, inconsolable. En cada lágrima, reflejada: su cara, sus ojos, su pupila con la mujer sentada.Frente al espejo, el espejo de agua de sus lágrimas, transformaba en infinitas: lágrimas, ojos, pupilas, mujeres, caras y, en el fondo de todo... su alma atormentada.


martes, 16 de diciembre de 2008

Paleontológicamente hablando

Cuando terminó aquella línea se sintió bien, pero no un Balzac. Miro al sofá, se acomodó y, pensó en un dinosaurio que aparentemente nunca estuvo ahí. Tomó un sorbo de su té y pensó que estaba razonablemente loca (como una cabra) y evidentemente sola, sin llegar a la Gloria (de los) Fuertes, ni con su ayuda. Respiró, profundamente, y se reconoció definitivamente feliz.

La liberación de Campanilla

Aquella mañana soltó la aguja, el hilo y el dedal. Por primera vez se dedicó a ella misma. Acomodó bien sus alas, esparció sus polvos y se dispuso a volar.
Asumió: nunca jamás.

lunes, 15 de diciembre de 2008

Seducción irreductible


Él le dijo (citando a Oliveiro que citaba a Girondo):… “Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme!”.
Y, ella, se lanzó desde lo más alto. Pero las alas de su imaginación no evitaron que apareciera,
muertita, en el fondo del acantilado.

domingo, 14 de diciembre de 2008

Mis pies


Sin embargo...
Me gustan mis pies
Porque reflejan lo vivido.
Me gustan mis pies
porque nunca están cansados.
Me gustan mis pies
porque muchas veces han tropezado.
Me gustan mis pies
porque me llevan lejos, a pesar de mi indolencia.
Me gustan mis pies
porque saltan, corren, brincan.
Me gustan mis pies
porque saben bailar y seguir el compas.
Me gustan mis pies
porque han viajado, han taconeado, han explorado
Me gustan mis pies
porque pisaron la Catedral de Santiago.
Me gustan mis pies
porque a ti te gustan.
Me gustan mis pies
porque como fetiches, los has adorado.
Me gustan mis pies
porque te han acariciado, mucho más que mis manos.
Me gustan mis pies
porque los has besado.
Me gustan mis pies
En fin… Aunque ahora estén hinchados.

Manos

No me gustan mis manos
y debieran gustarme, como me gusta todo aquello que refleja lo vivido.
No me gustan mis manos
por eso mismo, porque no mienten, son el fiel reflejo de lo sufrido.
No me gustan mis manos
porque siempre me duelen, recordándome todo lo que han trabajado.
No me gustan mis manos
porque se me duermen, mientras yo padezco perenne mi insomnio.
No me gustan mis manos
porque siempre están calientes, mientras yo intento permanecer fría.
No me gustan mis manos
porque siempre me delatan, si yo me muestro calma, ellas se agitan, tiritan.
No me gustan mis manos
porque las siento huérfanas, a la espera de otras manos, que enlazar.
No me gustan mis manos
porque se niegan a escribir, lo que mi cabeza se empeña en crear.
No me gustan mis manos…
En fin…
Será porque a veces las siento ¡tan vacías!


jueves, 11 de diciembre de 2008

Libertad de pensamiento

Un día te pensé y una noche te mostraste diferente a lo pensado. Conclusión: el pensamiento es libre (afortunadamente).

martes, 9 de diciembre de 2008

Mareíto

Delante del Hotel Madrid, lugar siempre de algarabía y gentío, me paré una madrugada y lo vi vacío, no sentilo yo así, andaba pelando la pava con un ladrón de besos. Tan eufórica estaba, que andaba medio mareada…las urgencias no son buenas, pero en mi caso (las del centro de salud) razonaron: bajada de tensión, y yo pensando que aquello era pasión...


domingo, 7 de diciembre de 2008

Hoy necesito reparar mis alas

“A mí me pueden encontrar en una fiesta y se me puede ver bailar y reír; pero lo que escribo es muy serio. Sólo cuando muera llegaré a ser visible, y entonces algún editor se inclinará sobre mis manuscritos y hasta quizás pujará por ellos. Pero durante mi vida no hubo ningún escritor ni editor que diera un solo paso para prolongar mi vida o revelar mi obra.”Anaïs Nin.

Me siento culpable de tantas cosas que… tardaría un año y un día en enumerar, pero de lo que no me siento culpable es:
De intuir y aún así perder, ignorar.
De dar, de darme, sin contrapartidas.
De tirarme al tanque, hubiera o no agua.
De equivocarme una y otra vez.
De querer leer más, saber más, vivir más.
De lo que no me siento culpable es: de sentir, lo que sea, pero sentir y de engañarme a veces a propósito para seguir.
De lo que no me siento culpable es: de creer, de creer en mí y de creer en ti.
Seguiré creyendo en una melodía, en un paisaje, en un recuerdo, en un te quiero, en un instante vivido a tu lado.
Seguiré creyendo que, valió la alegría, parir con dolor, porque después vino la vida, de vuestras vidas.
No me siento culpable de preocuparme en demasía por todo; porque de todo lo que me preocupo, es importante para mí.
No me siento culpable de llorar por el mundo, porque yo en muchas ocasiones le hice llorar.
No me siento culpable de ser obstinada, ni de creer en la justicia, por encima de nada o de todo.
No me siento culpable por dañarme yo, por apartarme yo, antes de que tú te caigas, antes de que nada te dañe.
No me siento culpable en fin… de ser como soy.
Pero te digo: que de lo que jamás me sentiré culpable, es de querer volar.
Sobre todo, de lo que no me siento culpable, es de haber sido capaz, al menos por una vez, de llegar a conocer lo que significa Amar.

viernes, 5 de diciembre de 2008

Mirada


Ella, lo amó, lo amó hasta quedarse ciega. Y, en ese estado, deseó que, si alguna vez veía de nuevo, fuese a través de los ojos de su amado. Una noche, mientras él se miraba ante su espejo, su deseo le fue concedido, desde entonces lo aborrece.

Al este del edén

Era en unos de esos salones repleto, de tantas pinturas valiosas y libros, donde él, trabajaba. Ella, se convirtió, en su sombra, en su alma, silenciosa a veces, risueña y charlatana otras, llenando todo de felicidad, casi sin saberlo, sin darse importancia… ella le había devuelto la vida.

Pero escuchemos, por un instante, sus pensamientos:

_"Y yo, me quedaba ahí, quieta, sin atreverme casi a respirar. Lo intuía, estaba asistiendo al nacimiento, de algo, que daría más tarde sus frutos. Él, entraba como en una especie, de trance, donde sus dedos no podían seguir a su imaginación, a todas las palabras e imágenes que, se agolpaban en su cabeza. De pronto, me miraba, pero sin verme, entonces, yo podía ver todo ese mundo, esa vida que él, estaba creando. Sé, que él, al observarme, como de reojo, ahí, a su lado, le relajaba, le inspiraba. Eran momentos cotidianos del día o de la noche, (como cualquier pareja, sentados frente al televisor) en la que yo asistía al nacimiento de todas esas historias, que luego, se transformarían en un libro, novela o guión... ¡y eso era vivir! quizá, eso era Amar. Amar al escritor por encima de cualquier cosa, el hombre, casi ni existía, el hombre, era gris, escurridizo como una anguila, extraño, taciturno, pero era mi hombre, el que encerraba al otro y, yo no podía hacer otra cosa, que no fuera... Amarlo".

martes, 2 de diciembre de 2008

Hoy te doy mi palabra


Te lo dije y no puedo faltar a mi palabra:
Para nada voy a cambiarte ni quiero que tu vida sea otra. Entonces yo elegí trato, por ahora, tú eliges truco y desapareces como buen mago.
Según recuerdo, jamás paseamos de la mano ¿o sí? Jamás fuimos atados por nuestras muñecas, jamás cocinamos, ni fuimos al campo, ni a la playa, ni al cine, ni siquiera al teatro.
¡Sin embargo hicimos tantas! Leer, escribir, oír música, casi bailar, almorzar, cenar, pasear, comprar, dormir y casi desayunar.
Aunque compartimos la noche más mágica del año: la de San Juan, no llegamos a saltar sobre el fuego ni tras.
Siempre hemos hablado y nunca nos ha de faltar la palabra dada.

jueves, 27 de noviembre de 2008

El hombre de su vida


Desde la primera mirada, lo presintió: sólo le traería complicaciones, pero nada la disuadió de que era el hombre de su vida.
Decidida, como siempre, a conseguir cuanto se proponía, tuvo que ser mil mujeres en una. Cada día algo nuevo, distinto, sorprendente, sugestivo, mágico, una nueva historia —cual sherezade amateur— porque él era tan complejo que una sola le sabría a poco.
Así, se vio inmersa entre múltiples personalidades. Iba de la alegría al llanto. De la sexy y explosiva a la púdica y cándida. De la dómine a la aprendiza. De la culta a la profana. De la rica a la pobre. De la triunfadora a la frustrada. De la optimista a la pesimista. De la sociable a la asceta. De la desconocida a la celebérrima. De la cuerda a la loca. De la guapa a la fea. De la joven a la vieja. De la gruesa a la enjuta. De la centrada a la mayor despistada.
Cada día una. Cada noche otra.
Acabó perdida. Primero dejó el trabajo, luego la comida, mas tarde su aseo. En tan lamentable estado se inventó ser una vagabunda.
Pero él nunca la vio en ninguna de aquellas mujeres, seguía fantaseando con otra. Una mujer madura con cara y ojos de niña (en los cuales creía leer: dame amor) que un día le vendió un poco de autenticidad. Quizás cuando más falta le hacía.
Sigue también un poco perdido, abrigando esperanzas con la cobija de la monotonía.
Hoy le pareció volver a verlo en aquel señor tan triste que se acercó a ella. Sus miradas se cruzaron y, por un segundo, creyó que le decía algo, pero sólo fue el ruido de la limosna en el cacharro.

sábado, 22 de noviembre de 2008

Búscalo

No lograba entender como alguien que había viajado a los cinco continentes podía ser tan conformista. Pero lo admiraba, lo necesitaba. Su tranquilidad su aparente felicidad.
Cuando su mundo se resquebrajaba, él siempre estaba ahí, para colocar la tierra firme bajo sus pies. Cada vez que su cabeza le volaba con sus pájaros, sus sueños, su banda sonora, él acudía con su para para stop, aplicando su lenitivo. Filosofo, equilibrado, sereno.
Por eso, cuando la dichosa melancolía se le pegaba en el alma, como la humedad al cuerpo, en un día bochornoso, o cuando la vida de pronto volviase hostil, acudía a su risa, a su oído y a su bálsamo.
Por eso, aquella noche, le sorprendió descubrir otro Él. Un Él, que a veces, fantaseaba como ella y se negaba a pensar demasiado, para no salir corriendo sin parar, hasta alguno de aquellos lugares, conocidos año tras año durante las vacaciones.
Había un par de ciudades donde viviría sin pensarlo. ¿Con ella? Eso no lo dijo. Porque la conoce muy bien, porque la sabe capaz de coger el primer avión hacía su fantasía y mandarle una postal diciendo: aquí te espero, justo en el punto donde convergen los sueños.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Locuras


Te enroscas a mi vientre
como un gato mimoso,
buscando mi abrazo
y mi beso.
Queriendo que,
de tu dolor
te sane,
y haces brotar
de mi pecho,
otra vez la ternura,
las ganas de amar
hasta la locura.
Veo en el fondo
de tus ojos,
la enorme amargura
que invade tu alma,
y esa misma tristeza
hace que yo me salve.

martes, 18 de noviembre de 2008

Ternura


Cuando naciste tu hermana lloró, porque no fuiste una niña, y tu hermano rió, por lo contrario. Pero, cuando llegamos los dos a casa, ambos se pelearon por ser tu compañero de cuarto. Un día tu hermano sentenció: (en unas de tantas peleas que hemos tenido contigo por vago) mami, déjalo, no te pongas nerviosa por él, no ves que no le importa que te enfades, ni que le penes, él es feliz, siempre es feliz. Sin querer tu hermano te definió: sí, eres un tipo feliz, optimista, conciliador. Siempre medias entre nosotros, nuestras peleas y desencuentros.

¡Ojala no cambies nunca! ¡Felicidades Héctor y gracias por estos dieciséis años!

lunes, 17 de noviembre de 2008

Homenaje a Monterroso


Por la mañana al despertar, mi vida seguía ahí

Acompáñame a estar sola



Debí derramar mil lágrimas y dejar brotar todo el dolor que tu bendita sinceridad me causó. Pero, en lugar de eso intenté inútilmente que la sangre que manaba de mi pecho, no manchara tu colchón.
Y jugué a que no me importa, a que somos solo amigos. Tú, peligrosamente encantado, con ganas de cultivar mariposas de esas que vuelan dentro del estomago, pero no, me dices, me vedo…
Y tú con esa carita de adolescente y esos ojitos de no me dejes ahora, somos tú y yo, nadie más.
Y yo eterna adolescente melancólica, sin creer en el amor “bien lo sabe dios, no habrá nadie que te quiera más que yo”.
Y sueño que el amor ese sentimiento: “nos funda en un abrazo y sea el final del cuento”. Tendré que seguir improvisando sueños para seguir viviendo.

miércoles, 29 de octubre de 2008

Dedicado a ti



Nunca podré explicarte con palabras todas las puertas que abriste dentro de mí, puertas atrancadas por años. Curioso: tu dolor parte precisamente de todas las que cerraste.

Ya no distingo entre lo real y lo soñado. No sé si eres de verdad o te imaginé a mi conveniencia.

Todo lo que leo entre las líneas de tu tristeza es que sigues amándola, y esto, precisamente esto, es lo que me toca el alma. Me hace tener esperanza en el ser, en que eres como te pensé.

Me abriste apenas tus ventanas, dispersando tu placer, salpicando algo que no sé como llamarlo.



Lo prometido es deuda. Feliz Machín

martes, 28 de octubre de 2008

Mi gente


- Isabelita, que dice mi madre: ¿qué si le presta el cedazo claro?


-Le dices a tu madre: que no se lo presto. ¿Qué si mas claro lo quiere?

viernes, 24 de octubre de 2008

Breakfast with cat

De pequeña, me gustaban, o eso creo, pero con los años, me fui distanciando, hasta el punto, de tenerles un poco de fobia. Pero, una noche, te conocí, no voy a decir, que tuve un flechazo, mentiría, me diste repeluz.

Pero, poco a poco, con esa carita de perro mimoso, me fuiste conquistando. La forma en que, reclamabas la atención, de tu amo, pidiendo un “quiero”, y como respuesta un ¡largoooo!

Es verdad, que estas todo el día perdiendo pelo, y con ese complejo de perro, ¡gato bobo! Vienes, me olisqueas, busca mis caricias, y yo, ¡me muero! Tú ronroneas, yo te ronroneo. Anda, ven y hazme un quiero.

¡Miau!



jueves, 23 de octubre de 2008

Buscando tu alma


He querido obviar tu dolor, quizás porque lo comprendo, tan bien. He querido rétracter(negar), he querido saltarme mis propias reglas “la principal”.

Y todo porque, de pronto, me empeñé en vivir deprisa, en ser más egoísta, en vivir el momento. Me empeñé en no culparme, en hacer simplemente un paréntesis. ¡Mi vida ha sido, tan aburrida a veces! que no quería, no podía dejar escapar, toda esta adrenalina.

Me han contado, que no es bueno ir tan de frente, tan de verdad, lo que se lleva es la impostura. Pero yo soy así, me tomas o me dejas, puedo parecer simple pero…soy compleja, muy compleja.

Y sí, me encanta explorar, descubrir. Me pareció, aquella noche, en casa de tu amigo, hallar en tu mirada toda la tristeza que escondía en la mía. Sí, amor, tocaste mi alma, y yo, como una idiota, sigo empeñada en desvelar, todos tus abismos.

Mi cama, de pronto, se ha vuelto tan grande, y esta isla tan chica. Quiero escapar, pero no encuentro adonde. Tal vez porque, donde único deseo perderme, es ahí, entre tus brazos. Para decirte por fin Te amo. Y que Tú no te extrañes.


miércoles, 22 de octubre de 2008

Di papá


Si cierro mis ojos, recuerdo el olor de tu cuello-mezcla de tu piel, tu colonia y el humo de tu cigarrillo-siento el roce de la tela de tu chaqueta, en mi cara, tu aliento caliente, en mi pelo. Recuerdo mirarte, embobada, pensando ¡que guapo!


Puedo oír tu corazón y el mió, acompasados, con el vaivén de tus pasos. El calor de tu mano, en mi espalda. Mi pequeña mano ,cerca de tu hombro, la otra caída sin fuerza, vencida ella y yo por el sueño.


No quería, que aquel breve trayecto hasta casa, acabara…no papá, yo era feliz en tus brazos, cansada de jugar, de reír. Los sueños, eran tan bonitos, en tu regazo.


Veía a mamá, enganchada a tu brazo, la oía, a veces sentía, también sus caricias. ¡Que pena papá! Que pronto he crecido. ¡Que pena papá! Que ya no puedas conmigo.


dedicado a mi clochard

martes, 21 de octubre de 2008

Deseo en estado puro


Él la buscó, la buscó sin saberlo desde mucho antes de saber de ella. La buscó en sus sueños. La imaginó en otras caras, otros cuerpos. Durante épocas, le pareció haberla encontrado y, se engañó siendo feliz a ratos.

Cuando por fin la encontró, el miedo le invadió, y solo quiso alejarse, pero lo supo, era ella, la mujer soñada, anhelada. Deseo en estado puro. Él lo sabía, sería su mayor certeza; le hizo antes el amor a su cerebro que a su cuerpo.

Nadie como él, supo entrar en el fondo de su mente, de sus placeres ocultos. Nadie como ella, le llenaba tanto su cabeza. Ella, siempre ella, con sus palabras, con su pasión. Ella,la mujer soñada: Deseo en estado puro. Puro deseo, sin estado, sin gobierno. Que otra cosa podía hacer sino dejarse arrastrar por la anarquía por la dictadura de sus besos.

sábado, 18 de octubre de 2008

A veces, sobran las palabras

¿Si pudieras, si pudiéramos volver atrás (por un instante, acaso por un día, mejor noche) hablaríamos?

Por una vez abrirías tu boca y cerrarías para siempre tus puertas bien abiertas…

Recuerdo nuestro primer beso: mordisqueabas mi nariz, mis labios, mi lengua. ¡Como he deseado, que este fuera, mi último primer beso!

Recuerdo también el último (¿cómo olvidarlo?) un beso, alevosamente premeditado y con nocturnidad. Quise apretarte tan fuerte, besarte hasta borrarte la boca, pero no pude. Si amor, por eso te observaba, memorizando cada gesto, cada detalle, aspirando tu perfume, archivando cada olor, cada sabor, cada roce. Tu mirada de niño travieso, tus manos en busca de mis caderas. Tu gesto atento a mis palabras, sabiéndote poseedor de lo que más detesto…dejando espacios…al final la palabra justa, esa y no otra. Ahí estás, con tu cara de bobo, en mi ascensor diciéndome adiós, sin sospechar. Corro te doy el último beso, mi alma rota, mi corazón cansado, mi voluntad firme. Y una certeza

domingo, 12 de octubre de 2008

El abrazo de la palabra

Así me siento, tan reconfortada, tan abrazada por las palabras, tan llena. Llego cansada, muy cansada de trabajar, solo yo sé, lo que me duelen mis pobres manos, mis muñecas.

Pero, no puedo dejar de teclear en mi ordenador; las palabras, los pensamientos, mis neuras, brotan y brotan como una fuente. ¿Cuántos libros habré escrito en mi cabeza?

¡Cuantos sueños, personajes, vidas pululando! yo, tratando de cazar las perras negras; que dibujen lo imaginado, lo soñado, lo sentido, lo vivido… en esta otra realidad, esta otra vida, que me he inventado, para poder sobrellevar la otra, (que me aprisiona, me agota, me mata, me puede) a veces.


Intuición pura


Pues…si de algo, estoy segura, es que existen seres “especiales”, vale de acuerdo, que todos somos únicos (algunos buenos, otros malos, otros peores).


Mi admirado Bertolt Brecht dijo: “Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles”.

También dijo: “Si los elefantes luchan, la que sufre es la hierba”.


Pero…si, hay seres ¡tan especiales! que pasan desapercibidos. Cuando he creído encontrar a uno, intento que se quede de alguna manera en mi vida.


Por suerte… he conocido unos pocos. Quizás la “Pachamama” (Tierra madre) me dotó de una sensibilidad especial para detectarlos. Son como Ángeles en medio de este caos, de este no parar de competir, de consumir, de correr sin saber hacía donde. El gran desasosiego de aparentar. Adornados en nuestro escaparate, tras el cristal, dentro de nuestra bonita jaula.


Pero…si…si miras bien, si sabes mirar, tú también los puedes encontrar, solo dan ¡felicidad!


(Alvaro,Toñi,Angela,José,Rosi,Gustavo,Paqui,Mundi,Susa,Isabel,Nieves,Mustafá…)