Niña, arranca las rosa, no esperes a mañana. Córtalas a destajo, desaforadamente, sin pararte a pensar si son malas o buenas. Que no quede ni una. Púlete los rosales que encuentres a tu paso y deja las espinas para tus compañeras de colegio. Disfruta de la luz y del oro mientras puedas y rinde tu belleza a ese dios rechoncho y melancólico que va por los jardines instilando veneno. Goza labios y lengua, machácate de gusto con quien se deje y no permitas que el otoño te pille con la piel reseca y sin un hombre (por lo menos) comiéndote las hechuras del alma. Y que la negra muerte te quite lo bailado.
Luis Alberto de Cuenca (de Por fuertes y fronteras, 1996)
Luis Alberto de Cuenca (de Por fuertes y fronteras, 1996)
5 comentarios:
Seguiré esos consejos para el otoño, que hay que pensar en desprenderse ya de los amores de verano, huelen a crema pasada!!!
Bueno, yo no aconsejo nada, solo muestro...jajajaj usted despréndase de lo que quiera y más si huele a rancio.
Gracias por la visita “las mañas no pierdas”
De nada, un placer!!!!
Este Luis Alberto...nunca cambiará ;)
No sé si es sabio consejo, pero...¡Qué bien escrito está!
Si muy bien escrito... y todo depende del momento que uno viva...o que muera
Dos besos
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