Alquiló una habitación en el hotel más emblemático de la isla. Desde lo alto las vistas impresionan: puedes contemplar toda la ciudad. Pero no fue capaz de dormir y se fue.
Regresó por la mañana. Pidió en recepción que no se la molestara. No quería servicio de limpieza, al menos ese día.
Cuando por fin entré, la habitación estaba impoluta, la cama sin deshacer, todo en perfecto orden. Sobre la cama en hilera un bolso, un reloj, una alianza de matrimonio y una carta. Nada para el servicio de habitaciones, ni una propina ni un simple: “gracias por todo”.
En la terraza, la silla del escritorio, junto a la barandilla.
Ella, abajo, en la calle.
Lo vio llegar. Como siempre, tarde a su cita; su última cita.
martes, 29 de julio de 2008
Una habitación con vistas
domingo, 27 de julio de 2008
Hoy, solo me queda
Yo tenía fe en Jesús, me lo enseñaron de niña, en Dios, que era (debe seguir siendo) su padre. Tenía fe en el mío a pesar de sus riñas. Tenía fe en el amor, en el ser y en el vivir, tenía fe en mí. Hoy, solo me queda la fe, pero ¿en qué?
Yo creía en Jesús, en Dios, en mi padre, en el amor, en el ser y en el vivir, creía en mí. Hoy, solo me queda el creer, pero ¿en qué?
Yo esperaba a Jesús, a Dios, a mi padre, al amor, al ser y al vivir, esperaba algo más de mí. Hoy, solo me queda esperar, pero ¿a qué?
sábado, 26 de julio de 2008
Siestas compartidas
Si encontrara las palabras
que describan el calor
de tu cuerpo junto al mío
el latir de tu corazón
debajo de mi oído
el tacto de tu pecho
en mi cara
el cosquilleo de mi espalda
al sentir
tus dedos acariciarla
¡el éxtasis!
cuando tu olor penetra
en mi pituitaria
el sueño que llega
el instante eterno
si esta siesta no acabara
¡si encontrara las palabras!
miércoles, 23 de julio de 2008
A la memoria
De pronto la vida, que ha sido “amable” mayormente con una, se revuelve te aprieta y no suelta la condenada. Comienza el desfile de funerales frente a mi espejo. Entonces paro de correr a ninguna parte, freno en seco y reflexiono. Miro a la muerte a los ojos y le digo: “la próxima vez estaré preparada”.Pero la vida o ¿era la muerte? (dudas, dudas) si decide morder muerde de veras. Te arrebata lo más tierno lo que acaba de nacer apenas…
Dicen que el dolor te hace crecer o ¿era dudar? Yo ahora dudo de todo, soy una duda parlante. El miedo es lo único que ha crecido en mí.
La vida es “tiempo” perderlo es morir un poco. Ahora tengo prisa, vivo en el desasosiego de vivir, como queriendo pagar por algo…o a alguien-enes. ¡Vivir por ellos! Si, si, si aunque me muera…adelante.
Tristeza: los ojos de un niño que solo quiere vivir. Acaba de nacer pero yo se que está condenado.
Tristeza: la risa de una mujer, llena de vida. Ahora solo ríe en mi corazón.
Tristeza: la muerte. Para todo lo demás existe el tiempo.
(que todo lo cura, dicen)
(Álvaro, Rosi, y todos los demás.......siempre vivos en mi corazón)
Catwoman
- ¡anda hazme un quiero!
-¡NO QUIERO!
-¡MIAUUUUUUUUUUU!
martes, 22 de julio de 2008
Mil maneras distintas
domingo, 20 de julio de 2008
Salpica
Era un siete de Junio, le mandó un sms: -No te vayas sin mi. La recogió con su coche, cenaron. Luego, paseando, la llevó hasta su vieja casa, junto aquella calita de piedras al final de las Canteras. La casa de su niñez ¿Feliz? -Él habla poco de si mismo, pero sus ojos dicen mucho. Ella, habla mucho de todo, sus ojos apenas dicen nada, son el espejo donde se proyectan los otros.
Miraban al mar oscuro como salpicaba, hacia frío, la abrazó, sintió que se fundían sus dolores, esos que les hicieron buscarse sin conocerse. En ese instante nació “algo” que nada tiene que ver con el amor, ni la amistad, ni siquiera con la pasión.
Es otro sentimiento rara vez se da solo nos salpica.
viernes, 18 de julio de 2008
Regalo
"ÉL decía: " Si no tienes una buena historia y alguien a quien contársela, estás jodido".
La tenía...una buena historia.
Él era su buena historia. Tremenda, pensándolo bien..., pero hermosa."
Y aquel día, o mejor noche, sentados en el Hotel Madrid, me la regaló...
La tengo todavía aquí, la guardaré siempre.
Y si tuviera talento escribiría un árbol y plantaría un libro,
pero no lo tengo,
he plantado un árbol (varios)
he tenido un hijo (varios)
Y jamás seré capaz de escribir un libro,
pero sé, nunca lo olvido, que tengo muchos libros en mi cabeza.