jueves, 13 de agosto de 2009

Vivir en condicional


Si estuvieras aquí, la vida me arrastraría a correr cual conejo de Alicia (ya sabes amor): “No tengo tiempo, no tengo tiempo”.
Si estuvieras aquí, verías la sonrisa tonta que se dibuja en mi boca sólo con pensar en ti.
Si estuvieras aquí, sentiría el roce de tus manos, tu brazo en mi cintura y, el calor de tu aliento en mi nuca sin tener que imaginarlo.
Si estuvieras aquí…te diría: ¿Por qué has tardado tanto en venir? Y ya era hora, y, no me has hecho sufrir, no, amor, sólo esperar.
Si estuvieras aquí, no habría condicionales, viviríamos en gerundio -acaso hay otra forma-. Por eso mientras llegas, mientras vas llegando, mejor te sigo: soñando, pensando, imaginando, silabeando, amando(nos).

2 comentarios:

Dulce dijo...

Es que luego, cuando están, a veces no se les quiere tanto como se les ha soñado querer. Me gusta mucho lo que has escrito.

Mararía dijo...

Cuándo están, están, y no hay que soñarlos tan solo anudarlos, liarlos, amarlos.