martes, 18 de agosto de 2009

Temblores

Necesitaba creer. Siempre pasa cuando piensas que vas a tocar fondo y te preguntas: ¿Qué hago con este muro en donde me empeño una y otra vez en chocar?
Pasa que me rompo, me voy de plano y asisto como libre oyente de esta cosa que convenimos llamar vida (más que nada por abreviar).
Y el tiempo, este compañero que sobra o falta, pero siempre transforma, nos cambia la perspectiva.
Y somos capaces entonces de ver: matices, gestos, silencios, miradas, y, ese detalle -justito aquel- que no vimos, hoy se nos aparece nítido, encajando otra pieza en el puzle.
Y con la bendita pieza ya no te sientes tan roto, tan solo, tan loco. Y sin buscar encuentras esa sonrisa llena de vida; esa palabra cuya voz te tranquiliza; esa alma que toca tu alma.
Y tiemblas…
Y quieres…
Y crees…

3 comentarios:

Anónimo dijo...

...que convenimos llamar vida (más que nada por abreviar).
Y el tiempo, este compañero que sobra o falta...

Maite...sin palabras de verdad.

Lisandro

Mararía dijo...

Li...te lo digo en serio: ¡ponte a escribir! que usted tiene palabras y sabe cómo y donde colocarlas.

Gracias por leer-me

Lunática dijo...

¿El suelo se mueve?... ¿Tiemblo?
Bienvenido "enamoramiento" de Vida.
Bss.