Debí derramar mil lágrimas y dejar brotar todo el dolor que tu bendita sinceridad me causó. Pero, en lugar de eso intenté inútilmente que la sangre que manaba de mi pecho, no manchara tu colchón.
Y jugué a que no me importa, a que somos solo amigos. Tú, peligrosamente encantado, con ganas de cultivar mariposas de esas que vuelan dentro del estomago, pero no, me dices, me vedo…
Y tú con esa carita de adolescente y esos ojitos de no me dejes ahora, somos tú y yo, nadie más.
Y yo eterna adolescente melancólica, sin creer en el amor “bien lo sabe dios, no habrá nadie que te quiera más que yo”.
Y sueño que el amor ese sentimiento: “nos funda en un abrazo y sea el final del cuento”. Tendré que seguir improvisando sueños para seguir viviendo.
4 comentarios:
A esto le pones música de bolero y tienes un éxito internacional. Lo que lo hace más creíble es la hora a la que aparece consignado.
Entonces me animas a seguir componiendo letras? O mejor me retiro? jajajajajaja
Gracias por la visita y dos besos capitán
Yo también te animo a que sigas escribiendo lo que sea, letras de canciones, letras para leer en una cama, letras para reirte y letras para llorar, eso si, si hay qe manchar un colchón que sea el suyo, nosotras somos requetelimpias de corazón, aunque el mio hoy esté borroso.
Besines.
Que ya tenía ganas de volver a leerte!!!
gracias Dulce...dos besos
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