Un ángel me susurró al oído y te vi y ese fue el día de nuestra suerte.
Te me apareciste envuelto en una Guinness, como flotando en un sueño.
Ojos claros, mirada limpia, talante risueño.
Yo esperaba a mi unicornio azul pero apareciste tú.
Te me apareciste envuelto en una Guinness, como flotando en un sueño.
Ojos claros, mirada limpia, talante risueño.
Yo esperaba a mi unicornio azul pero apareciste tú.
4 comentarios:
Si estaba envuelto en Guinness cabe una posibilidad de que fuera yo. No estaba flotando en un sueño, estaba muerto de sueño, y no era la primera Guinness. (Adoro Irlanda: Joyce, Flann O'brien, Guinnes, Murphy)
Y yo adoro que te pases por aquí. Yo me sigo paseando por allí aunque no te diga nada.
Dos besos capitán, mi capitán
Ángeles, unicornios y unas pintas...Bonito y surrealista mestizaje.
Un beso, Mararía.
Ay, Cris... este unicornio siempre se va, se pierde. Ahora anda por Irlanda, creo.
Dos besos, Cristina.
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