Los detuvieron por atentado al pudor. Y nadie les creyó cuando el hombre y la mujer trataron de explicarse. En realidad, su amor no era sencillo. Él padecía claustrofobia, y ella, agorafobia. Era sólo por eso que fornicaban en los umbrales.
Mario Benedetti
5 comentarios:
Todas las cosas que nos unen están cosidas por palabras.
Precioso, Mayte.
Hay que valorar la vida y los sueños, la alegría, la muerte... el amor, y hombres como Benedetti, lo hacían.
Hola, llegué a tu blog por primera vez, buscando el relato de la última foto que elegimos y me encuentro con este. Precioso tu homenaje, imposible no conmoverse cuando los grandes nos dejan. Regresaré a pasear un rato por tus letras.
Un saludo
Dulce, ¡qué bonito! te copio la frase seguro je je
Lunática, tú ya sabes...
El Ángel, bienvenido! y "si no fuera tan vaga trabajaría menos" el relato está en cocina...se me acumulan los platos.
Gracias a todos, dos besos.
Puedes copiar y quedarte con la frase, todo lo que escribo está inspirado por lo que leo, ya seas tú o Benedetti.
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