viernes, 25 de septiembre de 2009

Arena y Espuma

Mi casa me dice: no me dejes porque aquí mora tu pasado, y el camino me dice ven y sígueme porque soy tu futuro.
Y yo le digo a mi casa y al camino: no tengo pasado ni futuro. Si me quedo habrá un deseo de marcha en mi estancia. Y si me voy habrá un deseo de estancia en mi partida. Sólo el amor y la muerte transforman todas las cosas.
Gibran Khalil Gibran

jueves, 17 de septiembre de 2009

Ple-Amar

A veces la vida no es tan compleja, es tan sencilla como mirarme en tus ojos verdes de mar y navegar.
No me preguntes marinero: cuán de cargada llevo mi maleta. Mi equipaje, ahora, es ligero y no importa lo que guardes en tu petate.
El pasado no existe, en el futuro apenas creo. Siempre es hoy y en ti navego.
Marinero, tus lágrimas me saben a mar… A ese mar de Amor, de amor Amar.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Redecorando ausencias

Hoy quiero jugar, te propongo inventar una nueva realidad. Haremos cómo si no nos separaran dos Continentes, dos Océanos, dos Vidas. Por un instante vamos a sentirnos mimados por ésta (ya sabes...esta entrometida) y creamos, volvamos a creer.
De la misma manera que redecoré esta isla entera para ti (pintándola de: dunas, paseos, cruces, caminos, olas, mares, nubes, calderas, balcones, ventanas, fuentes, plazas, barcos, sabores, calores, sonidos, vientos, brisas, risas, lágrimas, olores, perfumes, santos, descubridores, perros, palomas, gaviotas, sal, miel…), redecoraré tus sueños.
Hoy seré la niña ventanera escondida tras la cortina que mece el viento en la ventana de aquella calle, de aquella Isla, de aquel Archipiélago en aquel Continente ¿inventado?
Y desde la niña que fui –que soy- te espío buscando el enmarque perfecto de mi memoria, mientras tú, ahí, en esa calle, buscas el magistral encuadre para esta ventana abierta al mar.
Hoy sentada en esta plaza, donde es evidente que no estás, la calle Remedios –aquí a un lado- me consuela de tu ausencia. La Peregrina –justo de frente- se burla y me invita a pasear; entonces me rindo y voy hasta tu recuerdo que se empeña en tomarme de la mano, en llamarme por mi apellido, en enredarse con mi pelo…Y juego.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Te voy queriendo, pero de apoquito.

Hoy he decidido escribir desde la frialdad, como me pidió mi maestro y vienes repitiéndome tú, desde que me lees. Y es curioso, porque en realidad lo que te interesa saber es lo que siento.
Fríamente, me parece que me repito o te repites una y otra vez. Las palabras se nos agotan, se nos escapan, se nos licuan en la boca. S
e nos cansan: la boca de hablar, los dedos de teclear y la cabeza de soñar.
Las cosas pasan porque tienen que pasar, seguramente, sin buscarnos nos encontramos y -te repito- ese fue el día de la suerte.
Centrándome en ti, únicamente en ti. Ya sabes que me disperso, me despisto, me disgrego…Te digo:
No soy de pactos más que nada porque los contratos están para saltarlos, romperlos, violarlos…Si no recuerda el “único” (de qué nos valió).
Pero, acepto el compromiso de que me vea en ti, de que te veas en mí... De que me hagas feliz, de hacerte feliz.
Ahora te digo: no puedo evitar poner cara de boba cada vez que te leo, cada vez que te oigo, cada vez que te sueño.
Cómo te decía, como te iba diciendo: Hoy he decido escribir desde la frialdad.