lunes, 20 de julio de 2009

Tu noche y la mía

En su vida no hubo la perfecta historia de amor, ni siquiera se puede decir que alguna vez lo conoció. Se alimentó de vidas prestadas, de noches paralelas, de búsquedas de equilibrio, de sueños robados, de borracheras eternas.
Aquella noche bailaron hasta quedar exhaustos, olvidando sus vidas grises, sus bolsillos vacíos, sus viejas heridas.
Decidieron olvidar las mentiras y vadear la traición, y uno y una no son dos, y en aquella noche sin luna, mirando desde la ventana el mar, llenaron de vida y de sal el corazón, pero no hubo promesas de amor.
Y en esa villa al este de Edén pasaron las horas, y una y uno no son dos que eran tres. El mundo ajeno a su noche, giraba, mientras ella le llenó de calma, él la enseñó a volar sin alas.
Cantaron una vieja canción y ella lloró al sentirse otra vez la chica de ayer. Aunque no hubiera un jardín, ni colibrí, ni flores con las que jugar.
No pudo encontrar las palabras para atrapar el instante en que el corazón estalló de felicidad, por eso, y por nada más, se fue junto a la alborada.
Por eso siempre será aquella noche...
Y si la vida da otra oportunidad, el destino hará un nudo con sus brazos. Bailaran en una nueva noche con luna, con mar, con besos de vida y de sal.
Sobraran las promesas…
Ellos saben muy bien: uno y una no son dos, que son:
Tu noche y la mía

viernes, 17 de julio de 2009

Y...


Y ahora te vas
Consigo que leas
a Lorca
y te vas
Te emocionas con
Gil de Biedma
y te me vas
Descubres a Galdós
y te vas
Encuentras de casualidad
un poema de Octavio Paz
y justo ahora vas
Y te vas

Motivaciones



Cada día se levanta de su cama por un solo motivo: ama ciegamente al escritor, el hombre casi no existe.

Cansada de tanta soledad, de no haber podido encontrar a esa alma gemela, con la que poder compartir tantas inquietudes…ambiciones.

Caprichoso, como siempre, el azar, quiso que lo conociera y ya sólo creyera en él; tanto como nunca había creído en ella misma.

Capacitada para guiarlo en su camino, convencida de que él era poseedor del talento que ella nunca tendría.

Cabezonamente se empeñó en empujarlo a lo que creía era su destino: ser escritor y publicar por lo menos un buen par de libros.

Cada día se levanta de su cama con un solo objetivo: visitar librerías con la secreta esperanza de que alguna vez, por fin, los encontrará en alguna estantería.



miércoles, 8 de julio de 2009

Por puro placer

Hoy voy a tener un buen comienzo. Esperando a que ocurra algo, cualquier cosa.
No más vida plana, días idénticos con noches vacías. Voy a acertar al elegir tu número.
Hoy voy directamente hacia mi futuro. Tú pasas corriendo y te agarro fuertemente.
Sentir el universo en mis manos. Sentir que hoy sale el sol, pero se confunde con tu risa.
Sentir la brisa en mi espalda junto con tus caricias. Sentir las puntas de tus dedos recorriendo mis manos.
Sentir el calor de tus labios en mi hombro y el de tu brazo en mi cintura.
Sentir como en un bucle de tu boca a mis pies: la vida.
Hoy voy a tener un buen comienzo. No más esperas.
Hoy quiero alejarme del
puente por fin.

lunes, 6 de julio de 2009

El lado oscuro del corazón


No sé, me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija.
Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias; ¡pero eso sí! —y en esto soy irreductible— no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme!

Oliverio Girondo

viernes, 3 de julio de 2009

Vértigo

Hay días, semanas, que parece que no vamos a superar, donde las complicaciones dan paso a las malas noticias y a estas le suceden toda clase de imprevistos. Y por fin, es viernes, llegas a casa, te despojas de tus zapatos… y justo en ese instante suena el móvil y, es la llamada que esperabas, que anhelabas calladamente, y todo cambia: un baño relajante, música, elegir la ropa, los zapatos, maquillaje apenas, el bolso… la calle, los amigos, la buena compañía. Y la promesa de la vida (esa entrometida) esperándonos siempre al volver la esquina, al acecho, para abordarnos con un chute de felicidad imprevisto. A veces el mundo se nos aparece perfecto. “En ocasiones el mundo está bien hecho”.